Sí, si debes. Pero te pregunto, ¿Qué entiendes por “saber dibujar”?
Según la RAE “dibujar” significa:
- Trazar en una superficie la imagen de algo.
- Describir algo con palabras.
- Dejarse ver o mostrarse (en su cara se ha dibujado una sonrisa).
Entonces, podríamos interpretar que dibujar es una forma de expresión. Lo cual nos lleva a las siguientes preguntas,
¿Qué quiero expresar?
¿con qué objetivo?
En la arquitectura existen diferentes objetivos en los cuáles el dibujo está involucrado. Los nombraremos de la siguiente manera:
El dibujo como método de Ideación
¿cómo facilitar la transmisión de ideas?
¿cómo formulo nuevas o mejoro las que ya tengo?
El boceto, como lo conocemos en arquitectura, puede ser nuestro mejor aliado pues este se convierte en una herramienta para hacer tangibles nuestros pensamientos. En un proceso donde pensamos y reflexionamos mientras dibujamos, dejando una memoria visual que nos permite avanzar y retroceder. Buscamos libertad, fluidez y versatilidad, donde los dibujos deben ser sencillos y rápidos de hacer.
Usualmente este tipo de dibujo se utiliza en la etapa de creación dentro del mundo del diseño.
El dibujo como método de Análisis
Cuando conocí los proyectos de Zaha Hadid no pude evitar preguntarme, ¿cómo construyeron eso?
Pregunta que con el tiempo me repetiría más veces de lo que me imagine.
Es muy común, que cuando quieres saber cómo está construido algo, recurras al dibujo y trates de replicarlo a través de las formas básicas que aprendimos desde niños. Tal vez sea porque de esta forma, es más fácil para nuestro cerebro asimilar información compleja.
Estas prácticas nos han acompañado desde nuestros inicios y gracias a ella hemos logrado crear cosas que parecerían imposibles a primera vista.
La geometría nos ayudará a entender, crear y transformar nuestro entorno si tomamos al dibujo como una herramienta de investigación.
El dibujo como método de expresión
Imagino que la pregunta sobre si debes saber dibujar para ser arquitecto está ligada con este método de dibujo. Y la verdad que no me extraña, porque si revisamos la historia, antes de la aparición de los software de dibujo para ser arquitecto necesitabas de cierta destreza para poder representar tus ideas, pues era la forma en que plantarías en los demás esa imagen que los convencería de invertir tiempo y dinero en esa idea.
Hoy tenemos muchas herramientas digitales que nos hacen la vida más fácil y que pueden ahorrarnos mucho tiempo. Son muy útiles para poder transmitir a los demás como podría verse el proyecto con un nivel de detalle que dependerá de tus necesidades, pero que no necesariamente tiene que ser super complejo.
A diferencia de los dos métodos anteriores este es el más conocido, debido a que es el que se hace público.
El dibujo como método de Documentación
Como hemos visto, el dibujo es una poderosa herramienta de aprendizaje, que también nos puede ayudar a recopilar experiencias. Pero, ¿para qué dibujar si puedo tomar una fotografía o un vídeo?
Indudablemente podemos capturar experiencias con las herramientas digitales, pero nos estaríamos perdiendo de un ejercicio que nos beneficiará enormemente como diseñadores, pues el dibujar nos ayuda a trabajar nuestra creatividad, a prestar más atención a los detalles, identificar sus elementos y su relación entre estos.
Recordemos un poco que es lo que hacemos cuando queremos dibujar una escena o espacio. Primero observamos con detenimiento, después, empezamos a bocetar unas primeras líneas para conocer nuestro espacio de dibujo y comenzar a estructurar las formas que finalmente detallaremos para que expresen lo que queremos que expresen.
Durante este proceso hemos utilizado los 3 métodos de dibujo anteriores, ejercitando la vista, la mente y la mano. Por esta razón mantener un cuaderno personal dónde dibujar es una excelente idea.
El dibujo puede tener muchos objetivos, te mencioné algunos desde la perspectiva del diseño, pero existen muchos más. Por ejemplo, para el artista puede representar descubrimiento pues favorece la comunicación interpersonal. Tengamos en cuenta que dibujamos garabatos antes de poder hablar.
Sin duda el dibujo necesita práctica, práctica y más práctica para poder disfrutar de sus enormes beneficios. Así que, manos a la obra…